Pedro y Jazmín decidieron sellar su amor con una hermosa boda al aire libre, en un encantador jardín engalanado con flores frescas y luces titilantes. Jazmín irradiaba belleza con su vestido de encaje, mientras Pedro, lleno de felicidad, le dedicaba sonrisas. Tras una ceremonia conmovedora, la recepción incluyó un animado cóctel al aire libre, seguido de una cena con mesas decoradas con exquisitos centros de flores y velas. La celebración culminó con una fiesta vibrante, donde la música en vivo y el baile llevaron la alegría hasta altas horas de la noche. Un día inolvidable que unió a Pedro y Jazmín en un amor eterno, rodeados por la asombrosa naturaleza que fue testigo de su compromiso.